Qué es el quejigo: rasgos clave (marcescencia, copa y corteza)
El quejigo, también llamado roble carrasqueño o roble valenciano, es una quercínea mediterránea que destaca por su hoja marcescente: mantiene el follaje seco durante el invierno y lo suelta al final, justo antes o coincidiendo con el rebrote primaveral. A nivel visual, esto le da un aspecto “vestido” en pleno invierno, con hojas pardas que crujen al tacto. La copa suele ser amplia y redondeada en ejemplares adultos, proyectando buena sombra; la corteza pasa de lisa a fisurada con la edad, en tonos grisáceos.
En campo, la marcescencia es el rasgo más práctico para no confundirlo con otras especies (por ejemplo, con encinas perennifolias o con robles caducifolios que pierden toda la hoja pronto). Yo mismo, al observarlo en invierno, he visto las hojas viejas pegadas a las ramillas hasta que la brotación nueva empuja, lo que confirma esa naturaleza marcescente tan característica

Hojas, yemas y corteza: cómo reconocerlo en cualquier época
- Hoja: obovada a elíptica, con márgenes a veces dentados (no tan coriácea como la encina). En verano, el haz es verde medio y el envés puede mostrar cierta pilosidad en juveniles.
- Yemas: ovoideas, pardas, dispuestas en el extremo de las ramillas; útiles para confirmar la identificación a finales de invierno.
- Corteza: en jóvenes es más lisa, y con la edad desarrolla surcos y placas; esto ayuda a distinguir individuos maduros en dehesas o linderos.
Consejo de campo: si dudas en invierno, busca hojas persistentes secas y revisa la textura de la lámina (menos rígida que la encina). En mis salidas, esa combinación me ha permitido identificar quejigos a distancia sin necesidad de frutos.
Dónde vive: distribución, clima y piso por encima de la encina
El quejigo aparece sobre todo en la Península Ibérica y regiones próximas mediterráneas, ocupando un piso bioclimático por encima del de la encina. Dicho de forma sencilla: prefiere zonas algo más frías que la encina, con cierta continentalidad. Esto encaja con lo que he visto: “en el monte, por encima del piso de la encina” es donde más lo encuentras, y es un patrón útil para entender su ecología local.
Climáticamente, soporta veranos secos pero no tan extremos como las encinas de llanura más cálida. En exposición, funciona bien en sol o semisombra; en umbrías frescas crece más cómodo, especialmente durante la fase juvenil.
Suelos: mejor en calizos, también en silíceos si…
El quejigo rinde mejor en suelos calizos (pH neutro a básico), profundos y con buen drenaje. Ahora bien, puede darse en suelos ácidos o silíceos si la profundidad y la humedad útil no son limitantes. En jardinería, mi recomendación práctica es mejorar el hoyo con materia orgánica bien descompuesta y evitar encharcamientos. En mi experiencia, responde bien en calizos; en silíceos he visto que también tira, siempre que el suelo no sea somero y disponga de cierta frescura primaveral.
Ecología y relaciones: bellotas, agallas y fauna asociada
Produce bellotas (alimento para fauna y, tradicionalmente, para ganado en montanera). También es frecuente encontrar agallas, esas “bolitas” o estructuras que provoca la interacción con pequeños himenópteros (Cynipidae). A nivel de biodiversidad, el quejigo da sombra, refugio y alimento a multitud de insectos, aves y micorrizas, formando parte de mosaicos forestales con otras quercíneas y frondosas mediterráneas.
Agallas: qué son y por qué se confunden con frutos
Las agallas no son frutos: son respuestas del árbol frente a la oviposición de ciertos insectos. Aparecen como esferas, lentejas o formas irregulares en hojas y ramillas. Pueden confundirse con bellotas en observaciones rápidas; la pista es su posición y textura (a menudo en la cara inferior de hojas o en nervios). Tradicionalmente, por su alto contenido en taninos, han tenido usos en curtidos y tintas.
Quejigo en jardinería: distancia a casa, raíces y riego
Es un árbol de gran porte a largo plazo, así que lo ideal es plantarlo lejos de la vivienda. En mi caso, siempre aconsejo alejarlo de la casa porque las raíces son potentes y buscan estabilidad e hidratación en profundidad; como regla práctica, 10–12 m de distancia a edificaciones, muros y conducciones importantes es un margen sensato para jardines residenciales.
En cuanto al riego, el quejigo tolera bien la sequía, aunque algo menos que la encina. En mi experiencia, el primer verano tras la plantación es crítico: riegos profundos y espaciados para fomentar raíces hondas. A partir del segundo año, reduce la frecuencia; en climas mediterráneos, con tres riegos de apoyo (oleadas de calor) suele bastar en ejemplares ya establecidos.
Tolerancia a la sequía vs encina; establecimiento el primer verano
Comparando con encina (Q. ilex), el quejigo necesita algo más de apoyo hídrico en los dos primeros veranos si el emplazamiento es muy seco. En umbrías o suelos profundos, la diferencia se nota menos. Yo suelo plantear mulching orgánico para conservar humedad y estabilizar el suelo, y tutores solo si el emplazamiento es ventoso.
Subespecies y variación local (faginea, broteri)
En la Península se reconocen variaciones (p. ej., Q. faginea subsp. faginea y broteri), con matices de adaptación a suelos y climas. Para el jardinero, la clave no es el nombre exacto sino comprar planta de procedencia local o compatible con tu clima (viveros que indiquen procedencia y patrón cuando aplica).
Confusiones habituales: encina, melojo y quejigo andaluz (Q. canariensis)
- Encina (Q. ilex): hoja perenne, más coriácea, árbol muy tolerante a sequía extrema, frecuente en pisos más cálidos.
- Melojo (Q. pyrenaica): roble caducifolio con hojas profundamente lobuladas, típico de climas más húmedos y fríos del interior.
- Quejigo andaluz (Q. canariensis): afinidad por suelos silíceos y ambientes más húmedos del sur/occidente; hoja más grande y blanda.
Comparativa rápida de quercíneas para jardín (decisión informada)
Especie (nombre común) | Hoja | Piso/clima típico | Suelo preferente | Tolerancia a sequía | Ritmo de crecimiento | Raíces y distancia a vivienda | Uso en jardín |
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Q. faginea (Quejigo) | Marcescente | Algo más frío que la encina | Calizo (admite silíceo si profundo) | Buena, < encina | Medio | Potentes → 10–12 m | Sombra noble, poco riego una vez establecido |
Q. ilex (Encina) | Perenne | Más cálido y seco | Versátil, calizos y pobres | Muy alta | Lento-medio | Potentes → 8–10 m | Xeriscaping, seto rústico, montanera |
Q. pyrenaica (Melojo) | Caduca | Interior más frío y húmedo | Suele preferir ácidos/frescos | Media | Medio | Medias-fuertes → 8–10 m | Bosquete atlántico/continental |
Q. suber (Alcornoque) | Perenne | Húmedo suave (sin heladas fuertes) | Ácido/silíceo | Media-alta | Medio | Medias → 8–10 m | Focal mediterráneo, corteza decorativa |
Q. canariensis (Quejigo andaluz) | Semiperenne | Sur/occidente húmedo | Silíceo | Media | Medio | Medias → 8–10 m | Jardín húmedo-templado, sombra ligera |